Fecha: 15 de marzo de 2014
Distancia: 54,21 kms….un buen paseo, con una distancia por encima de lo habitual.
Meteorología: Primaveral. Ni una gota de lluvia y ni frío ni calor
Asistentes: 3/5
Ruta: http://www.gps-sport.net/trainings/Brunete-Sevilla-la-Nueva-Mostoles-Villaviciosa-ElBosque_1336351
Media: 14,74 kms. Muy buena media, comparada con nuestras marcas anteriores
Estrenos: ninguno. La economía sigue apurada
La cosa empieza con desafío: propuesta de ir un poco más lejos que de costumbre y explorar nuevos caminos. Pinta bien, el madrugón da juego para no volver demasiado tarde, habíamos quedado a las 7:30 de la mañana y el tiempo acompañaba así que, ¿por qué no?.
Nos lanzamos a pedalear por las urbanizaciones de Las Lomas y Parque Boadilla y, desde allí accedemos a nuestro camino tradicional que atraviesa la finca Romanillos entre encinas. Los caminos muestran un aspecto poco amistoso, ya que están llenos de surcos tras el invierno lluvioso, pero no nos amedrentamos y nos marcamos alguna que otra bajada interesante.Llegamos al Guadarrama, a la altura de la Carretera de Villaviciosa, y por un camino que corre paralelo al río nos hacemos unos pocos kilómetros hasta toparnos con la Carretera de Boadilla a Brunete. Aprovechamos el paseo para hacernos una foto ante un imponente alcornoque y descubrimos una placa que lo señala como árbol singular de la Comunidad de Madrid….la verdad es que lo es. No hay más que mirar la foto con los javieres al frente.
Aunque no somos muy amantes del asfalto, nos hacemos unos metros por la carretera, muy poco transitada un sábado a las 8:15 de la mañana, y entramos por un camino que corre paralelo a la Urbanización Guadamonte. Tras un sube baja exigente, con pendiente de las de subida a molinillo, llegamos, ahora llaneando, a Brunete.
Nos entra alguna tentación al pasar junto al Mercadillo del sábado que ponen en el centro del pueblo, no de comprar nada, pero sí de un cafelito. Nos sobreponemos, y tras dejar las últimas calles del pueblo con alguna que otra duda sobre el itinerario, rodamos hasta cruzar la M-600 que lleva a Sevilla La Nueva. Pasamos por una zona de sembrados un poco tristona pero, para mi sorpresa, llegamos a un bosque de pinos y encinas espectacular y, lo mejor, lleno de cuestas abajo. Las últimas, además, con constantes curvas que hacen las delicias de todo el equipo, que se lanza a tumba abierta para disfrutar hasta el último centímetro de pendiente.
Al final de las curvas volvemos a toparnos con el Guadarrama, que ahora seguimos hasta poco antes de llegar al Parque Coimbra, áquí nos encontramos una nueva sorpresa: un antiguo puente de hierro del ferrocarril que data de principios del S. XX. Lo atravesamos y enfilamos, nunca mejor dicho, por la otra orilla del río por un camino de a uno. Por la lluvias, el camino está bastante irregular, pero yo me siento crecido, así que tras un alarde técnico en una bajada un poco complicada, intento sobrepasar un charco desviándomde del camino por un repecho un poco escarpado: la subida parece que se pasa sin problemas, pero al llegar al punto más alto, me quedo clavado y caigo desde una altura de 1 metro al suelo. Las únicas consecuencia, además de un par de moratones, una cierta pérdida de dignidad y los zapatos llenos de barro, no llegan a más, así que me vuelvo a subir y seguimos.
A partir de aquí y tras subida a molinillo de una nueva subida técnica, léase, mortal de necesidad, nos incorporamos de vuelta a otra de nuestras vueltas clásicas por Villaviciosa y urbanización El Bosque. Aparte de confesar que tuve que poner el pie en tierra en una subidita abrupta, que mis piernas casi no podían conmigo en las malditas calles de El Bosque y que, por intentar pasar una zanja, volé por encima del manillar (segunda caída) la excursión ya no dió para más….
Hasta la próxima.