Fecha: 14 de marzo de 2015
Asistencia: 2 de 7
Meteorología: Frío a primera hora y mucho viento
Ruta: Tres Cantos – Manzanares
Distancia: 55,96 kms.
Con la espinita clavada en el corazón desde el pasado 28 de febrero, día en que intentamos esta ruta sin éxito, este sábado nos pegamos otro madrugón para completarla. Es seguro que, el quedar a las siete de la mañana, es la justificación de la escasa movilización que conseguimos para esta salida.
Unos aguerridos Santonja y yo mismo nos plantamos, tras 45 kilómetros en coche desde nuestro sitio de salida habitual, a eso de las 8 de la mañana en el parking de la estación de cercanías de Tres Cantos para intentar la hazaña.
Tras unos primeros kilómetros placenteros cruzando riachuelos como máxima dificultad técnica, pronto descubro que haber olvidado los guantes en el baño de casa es una imprudencia que voy a pagar cara y que se nos ha unido un invitado molesto: un fuerte viento del noreste. Desde el principio, el viento nos castiga duro haciéndonos sufrir en las subidas. Aunque, por aquello del pundonor no decimos nada, la cuesta que nos lleva al cementerio de Colmenar, nos deja totalmente destrozados.
Hasta aquí, la ruta no deja de ser la misma que la del 28 de febrero por lo que vamos sin dudar en ninguno de los desvíos, sin embargo, una vez llegados a Colmenar, y para evitar errores, optamos por el muy femenino y siempre útil procedimiento de preguntar a los lugareños. A esas horas aún tempranas, sólo nos encontramos por el pueblo gente paseando al perro o algún que otro adicto del pedal como nosotros que nos indican el camino a seguir.
A pesar de lo anterior algún kilómetro extra nos cayó merodeando por un polígono industrial, es lo que tiene el ser torpe.
Desde Colmenar nos adentramos en el Parque Regional del Curso Alto del Manzanares por un camino precioso tanto por la pendiente (¡¡de bajada!!) como por la técnica. Unas trialeras y pedregales muy divertidos que nos pusieron a prueba, pero que no pudieron con nosotros. La diversión dura hasta el puente medieval al lado de la M-607 momento en el que el camino se hace más amplio y transitable. El paisaje que nos encontramos es maravilloso con bosques de encinas, sabinas y pinos.
Siguiendo siempre la ruta marcada por las flechas amarillas de la Magovia, llegamos a una cima desde la que, por fin, vemos el pueblo de Manzanares y el embalse a sus pies. Bajamos por caminos estrechos con un desnivel de más de casi 100 metros hasta llegar al pueblo donde tomamos la foto de la crónica.
En el momento del selfie, decidimos que andamos con escasas fuerzas como para volver campo a través ,por lo que decidimos retornar por el carril bici. Cogemos la carretera que va a Soto del Real durante unos dos o tres kilómetros para incorporarnos al carril bici que corre paralelo a la M-607. Hay que reconocer que la afición de la bici se extiende ya que, a lo largo de toda la vuelta, es incesante la cantidad de ciclistas en ambos sentidos con los que nos encontramos.
A eso de las 12h estamos de vuelta en el parking del cercanías de Tres Cantos, orgullosos de haber conseguido completar la ruta, de habernos dado una buena paliza y con un pinchazo en mi rueda delantera que casi me hace ir al suelo un par de veces antes de darme cuenta del problema..